Las baladas han sido un elemento fundamental en la historia del heavy metal. Desde los desgarradores himnos de amor hasta las introspectivas piezas de reflexión, estas canciones ayudaron a definir el género en los años 80 y principios de los 90. Sin embargo, con la evolución del metal y la llegada de nuevas tendencias, su presencia ha disminuido drásticamente. ¿Qué llevó a este declive? ¿Tienen aún un lugar en la escena actual?
El auge de las “Power ballads”
Las baladas de metal no solo sirvieron como un contraste a la agresividad del género, sino que también fueron responsables de llevar a muchas bandas a la cima. Canciones como Still Loving You de Scorpions, Home Sweet Home de Mötley Crüe, Every Rose Has Its Thorn de Poison y I Remember You de Skid Row, Is This Love de Whitesnake o Carrie de Europe, dominaron las listas de éxitos y se convirtieron en los himnos atemporales que todavía suenan a diario en los programas de radiofórmulas.
Este tipo de composición alcanzó su apogeo entre 1985 y 1995, convirtiéndose en piezas casi obligatorias para muchas de las bandas de hard rock y heavy metal que lo petaban, ya que garantizaban permanencia en la radio y la oportunidad de llegar a un público más amplio. Bandas como Guns N’ Roses con November Rain y Don’t Cry, Metallica con Nothing Else Matters y The unforgiven o Extreme con su More Than Words alcanzaron un éxito comercial sin precedentes.
Muchas bandas se agarraron a esta esta estrategia durante una larga etapa, creando obras pegadizas y sensiblonas como quien hace croquetas un sábado por la mañana, como sucedió en el caso de Bon Jovi, de Def Leppard o de Aerosmith.

Pero el impacto de las baladas no se limitó al hard rock o el glam metal. Incluso bandas de thrash metal, un subgénero conocido por su agresividad, experimentaron con este formato. Un gran ejemplo es Return to Serenity de Testament, una balada introspectiva que demostró que la emoción también tenía cabida en un género dominado por la velocidad y la potencia.
En ocasiones, las bandas introducían una parte más melódica y lenta, para después finalizar los temas con una especie de epílogo agresivo y veloz, como en los casos de Armed And Dangerous de Anthrax, In my darkest hour de Megadeth, A room with a view de Death Angel o Cemetery Gates de Pantera.
Sin embargo, este auge también trajo consecuencias inesperadas. Con tantas bandas siguiendo la misma fórmula, las baladas comenzaron a perder su autenticidad y se volvieron predecibles. Este factor, combinado con los cambios en la industria musical, marcó el comienzo de su declive.
El cambio de sonido y la aparición del grunge
Como sabemos, finales de los 80, el heavy metal comenzó a experimentar cambios. La escena estaba saturada y el público pedía algo más fresco, más real. Fue en este contexto cuando el grunge irrumpió a principios de los 90 con bandas como Nirvana, Pearl Jam, Alice in Chains o Soundgarden, quienes apostaban por un sonido más crudo, con letras introspectivas alejadas del glam metal.
Y lo petaron. No solo desplazaron a muchas bandas de metal en las listas de éxitos, sino que también cambió la percepción sobre la música «emocional». Las baladas de metal, con sus letras románticas y producciones elaboradas, comenzaron a parecer artificiales y desconectadas de la nueva estética de la época. Canciones como Smells Like Teen Spirit de Nirvana representaban la antítesis de las baladas ochenteras: caos, ira y desesperanza en lugar de melodrama y nostalgia.
También estas bandas componían temas de ritmo lento y de carácter popular, pero sus temas se orientaban hacia el desencanto y la apatía, la crítica social, la búsqueda de una libertad que se hacía extraña ante los cambios de la globalización. El amor o el existencialismo dejaban paso a la disconformidad, siguiendo las huellas trazadas por la ya trasnochada corriente punk. Ejemplos de cómo el ritmo lento y el fatalismo confluyen en el espíritu grunge lo hallamos en Black hole sun de Soundgarden y, por suuesto, el Unplugged de Nirvana, más melancólico que un poeta autopublicado leyéndole versos a su gato un sábado por la noche.
El peso de la masculinidad en el metal
Otra razón por la que las baladas perdieron protagonismo está relacionada con la percepción de la masculinidad en el metal.
¿Recordáis la imagen icónica de una mujer ligera de ropa de cuero y una moto de estilo chopper en aquellas carátulas de las cintas de gasolinera de baladas de heavy metal?, pues eso.

Las baladas, al centrarse en temas del amor no correspondido y en los sentimientos más íntimos, fueron frecuentemente desvalorizadas dentro de la escena más dura del metal. Las bandas que lanzaban demasiadas baladas eran vistas como “blandas” o “comerciales”. Por ejemplo, cuando Extreme lanzó More Than Words. la canción fue un éxito absoluto, pero también generó críticas que acusaban a la banda de haber «traicionado» su sonido más rockero.
Este tipo de juicios contribuyó a que muchas bandas evitaran las baladas para no arriesgar su credibilidad dentro de la escena. A medida que el metal evolucionó hacia sonidos más extremos como el death metal, el black metal y el metalcore, las baladas fueron quedando relegadas a un segundo plano.
¿Tienen futuro las baladas en el metal?
A pesar de su declive, las baladas no han desaparecido por completo. Bandas como Mastodon (The Sparrow, Jauguar God, Trilobite), Gojira (The Chant) u Opeth (el álbum Damnation) han demostrado que aún hay espacio para canciones emotivas en el metal, tal vez no lentas del todo, pero sí en un ritmo slow-paced, manteniendo la esencia de las baladas de antaño, pero con un giro más moderno y oscuro.
Así, dentro del metal extremo, algunas bandas han explorado la emocionalidad de formas inesperadas. Opeth es un buen ejemplo, al haber evolucionado incorporando elementos progresivos y acústicos que evocan la nostalgia de las baladas clásicas, pero sin perder la intensidad del metal y las letras introspectivas, oscuras y decadentes. La cuestión no es que las baladas han muerto, sino que han cambiado de forma. Ya no son el centro del género como en los 80, pero siguen existiendo en bandas que buscan explorar nuevas facetas emocionales sin perder su identidad metalera.
Conclusión: el metal sigue evolucionando
Como diría aquella: “¿A quién no le va a gustar una buena balada con su estribillo pegadizo y su solo de guitarra melodramático? ¿A quién no le va a gustar?”
Hace poco, comentaba con mi hermano metalero de referencia (saludos Pak) que no debemos olvidar que la balada, como composición musical, aparece ya en el siglo XIV. Era una forma de expresar el canto cortesano del final de la Edad Media en Europa y su estructura consiste en repetir el estribillo al final de cada tres estrofas… En cuanto al metal, ya en los orígenes del rock y el metal, con Led Zeppelin, Black Sabbath, UFO, Rainbow o Deep Purple, las baladas fueron importantes en el género y, aunque su presencia ha disminuido, está claro que su impacto sigue vigente.
A medida que la música evoluciona, es posible que veamos un resurgimiento de baladas con un enfoque más moderno y oscuro, adaptadas a los gustos actuales. El heavy metal siempre ha sido un género en progresión y las baladas han demostrado que pueden adaptarse a nuevas eras. Quizás en el futuro, volvamos a escuchar una nueva generación de himnos emocionales que nos recuerden por qué estas canciones fueron tan importantes en su momento.
De momento, disfrutemos de los clásicos y esperemos a la próxima gran balada de metal, que quizá esté ya a la vuelta de la esquina.
No me voy a quedar con las ganas de recomendar mi balada preferida de rock y metal: Arc Of Space, de Bruce Dickinson. ¿Cuál es la tuya?
José María Cervera Hernández
Mi favorita es Hurt de Johnny Cash. Además también me encantan Defender de Manowar y Send me an angel de Scorpions.
Manuel Martínez
Personalmente me gustan mucho Nightmare de MSG y Believe de Savatage, pero me dejó muchísimas en el tintero.
Nacho Sarabia de Ardanaz
Gran artículo!
mucha razón, la balada en el Metal está en peligro de extinción…
A mi se me hace difícil elegir pero podría mencionar :
– Metallica ‘Fade to black’
– Iron Maiden ‘Afraid to shoot strangers’
– Halford ‘Silent Screams’
– Warcry ‘Coraje’
– Saratoga ‘Parte de mi’
– Avalanch ‘Antojo de un dios’
Y tantas y tantas otras……