Resurrection Fest viernes: la distorsión toma el control
El Resurrection Fest viernes no da tregua. Después de una jornada brutal el jueves, aquí tienes nuestro análisis, llegamos a la mitad de festival. Viveiro alcanza su temperatura máxima con una jornada que desborda energía, contraste y contundencia. El 27 de junio el cartel se tensa entre la provocación escénica de Falling In Reverse, el thrash afilado de Angelus Apatrida, la solidez progresiva de Tesseract y una retahíla de bandas que convierten cada escenario en una zona sísmica. Aquí, la variedad no significa concesión: significa colapso controlado.
Falling In Reverse: espectáculo, exceso y precisión quirúrgica
Si hay una banda capaz de dividir al público y a la vez llenar escenarios principales, esa es Falling In Reverse. Ronnie Radke, polemista profesional y showman nato, lidera una de las propuestas más espectaculares del metalcore moderno, con una puesta en escena milimétrica y una producción sonora que arrasa.
Llevan meses girando con Popular Monster Deluxe (2024), una reedición ampliada que incluye nuevos temas como Ronald, donde colaboran Tech N9ne y Alex Terrible, y que ya ha superado los cien millones de reproducciones. El repertorio mezcla hits virales (Popular Monster, Zombified, Watch the World Burn) con reinterpretaciones de sus inicios más post-hardcore, creando un contraste constante entre melodía y agresión.
Todo suena grande: los coros, la base electrónica, los breakdowns. Pero lo que realmente marca la diferencia es la precisión escénica con la que lo ejecutan. Lo de Radke no es provocación vacía: es control total del caos.
Esta es la prueba de ello, de hace unos días: Rock am Ring 2025.
Falling In Reverse no ofrecen conciertos. Ofrecen asaltos audiovisuales.
Angelus Apatrida: thrash nacional en llamas
Angelus Apatrida lleva más de veinte años convirtiendo la rabia en precisión. Desde Albacete han pasado del circuito underground a encabezar festivales internacionales, y su nombre está entre los mejores del trash mundial. El suyo es un thrash técnico, rápido y afilado, pero también con un fondo político y social que no rehuye el conflicto.
En Viveiro presentarán en todo su esplendor Aftermath (2023), su octavo álbum de estudio y uno de los más agresivos de su carrera. Grabado en Bilbao y mezclado por Chris «Zeuss» Harris (Overkill, Hatebreed), el disco amplía el espectro de la banda: riffs más pesados, medios tiempos demoledores y letras marcadas por la crítica al sistema y la memoria histórica.
Scavenger, Snob o Cold funcionan como martillos en directo, con coros que el público convierte en grito común. Guillermo Izquierdo, a la voz y guitarra, lidera un grupo que no ha perdido ni velocidad ni filo, y que sobre las tablas mantiene el tipo con una solvencia envidiable.
Angelus Apatrida lleva una década siendo el estandarte del metal español fuera de nuestras fronteras, y cada concierto lo demuestra con hechos.
Soen: emoción progresiva con puño de hierro
Soen ha dejado de ser “la banda del batería de Opeth” para convertirse en uno de los nombres más sólidos del metal progresivo europeo. Con una fórmula que combina intensidad melódica, mensaje introspectivo y estructuras complejas, el grupo sueco ha desarrollado un estilo propio que no necesita etiquetas.
En Memorial (2023), su sexto disco, endurecieron su sonido sin perder la sensibilidad que los distingue. Canciones como Violence, Hollowed o Unbreakable construyen muros de sonido que se desmoronan en pasajes melódicos cargados de emoción contenida. La voz de Joel Ekelöf, entre cálida y desesperada, es uno de los grandes activos de la banda.
En directo, Soen se mueve con elegancia. Precisión, peso emocional y una puesta en escena sobria que permite que la música hable por sí sola. Lo suyo no es el exceso: es la intensidad medida.
Dales una escucha, por si no los conoces: Memorial (Official Video)
Su paso por Viveiro será una experiencia para quienes buscan profundidad sin renunciar a la fuerza.
Tesseract: geometría sonora en estado puro
Tesseract es uno de los pilares del metal moderno británico. Desde sus inicios en el universo djent hasta su evolución más ambiental y expansiva, la banda ha trazado una trayectoria impecable en cuanto a producción, concepto y ejecución. En 2023 publicaron War of Being, un álbum conceptual que se mueve entre la distorsión matemática y la narrativa introspectiva.
El disco, dividido en movimientos casi cinematográficos, presenta temas como Echoes, The Grey o la mastodóntica War of Being, que en directo se convierten en viajes envolventes gracias a la voz versátil de Daniel Tompkins y una banda que domina la dinámica con precisión quirúrgica.
Tesseract construye paisajes con una capacidad técnica que potencia la emoción. En escenario grande, su propuesta crece aún más.
Es un punto diferente dentro de un festival tan puramente metalero, está claro. Pero su calidad los precede, y ahí no hay discusión.
Disfruta de su directo, si te apetece, con lo que hicieron en Orlando en mayo.
Cada show suyo es una arquitectura en movimiento.
Harakiri for the Sky: blackgaze desde la herida
Harakiri for the Sky representa la cima emocional del metal extremo atmosférico. Desde Austria, su mezcla de black metal melódico y post-rock arrastra desde hace una década a quienes buscan intensidad sin necesidad de brutalidad explícita. En Viveiro presentarán un adelanto de su nuevo disco, previsto para otoño de 2025, y repasarán lo mejor de Mӕre (2021) y Arson (2018).
El tándem J.J. (voz) y M.S. (instrumentación) lleva el drama existencial al extremo con canciones largas, construidas como relatos sonoros. Temas como Fire, Walk with Me, I, Pallbearer o Song to Say Goodbye (versión de Placebo) transitan por la rabia, el dolor y la redención en forma de muralla emocional.
En directo, su sonido gana cuerpo y peso. Las capas se superponen, los silencios se cargan de tensión y el resultado es una especie de trance colectivo. Aquí tienes una prueba, su paso por el HellFest 2023.
Te advierto una cosa, como pinches en el enlace, te quedarás una hora mirando la pantallita. Tú mismo. Harakiri for the Sky es de los grupos que te atraviesa.
Crucified Barbara: regreso eléctrico desde Estocolmo
Desde Suecia, Crucified Barbara regresa a los escenarios tras años de silencio con la misma actitud que las puso en el mapa: hard rock acelerado, riffs musculosos y un espíritu combativo que no ha perdido filo. Formadas en 1998 y con cuatro discos a sus espaldas, su mezcla de Motörhead, Girlschool y el punk más sucio sigue siendo una descarga directa al pecho.
En Viveiro repasarán himnos como Into the Fire, Rock Me Like the Devil o Lunatic #1, con las guitarras afiladas de Klara Force y la voz rota de Mia Coldheart al frente. La banda conserva su núcleo original, y en directo suenan crudas, compactas y sin postureo.
Te pongo este tema, que me parece una maravilla. Rock me like the devil.
Este regreso es un regalo para sus seguidores y una declaración de lo que ya sabemos, el rock nunca morirá.
Resto del viernes: energía, matices y nuevos hallazgos
Broken By The Scream combina guitarras rotas, voces limpias y metalcore melódico cargado de ironía. Su directo promete riffs pegajosos y estribillos con gancho.
Deviloof, desde Japón, se desatan con deathcore técnico y teatral. Estética oscura, cambios de tempo y guturales extremos dan como resultado un show visual y brutal.
Aphonnic, el principal exponente del metal gallego, regresan a Viveiro con su mezcla de riffs potentes, melodía local y actitud combativa.
Against The Waves, desde EE. UU., traen sludge melódico con voces profundas y atmósferas densas. Su propuesta se mueve entre lo pesado y lo emocional.
Party Canon, importación americana, combina hardcore agresivo con ritmos machacones y mensajes directos. Estallido fulminante en pocos minutos.
Unprocessed, desde Madrid, ofrece death metal técnico con sabor europeo y ejecución quirúrgica. Pronto ganarán un lugar por derecho propio.
Stesy, emergente y con actitud raw punk-metal, pone el pie en el escenario con descaro y riffs sucios.
Prom Kinks, desde la escena underground, entregan un hardcore melódico veloz con ramalazos emocionales.
Blackgold, de Reino Unido, mezcla metal moderno con electrónica y melodías pop, con una estética sobria y pulida.
Sound of Silence suena épica y oscura, con un metal sinfónico que va más allá del cliché, invitando al drama controlado.
Anal Hard incluye groove y actitud punk en su death/thrash, con un sonido breve, rebelde y sin concesiones.
Lake Malice, ya aparecidos antes, revalidan su energía con ritmos metalcore cuidando melodía e impulso en directo.
Desolated traen death metal melódico y técnico desde Suecia, con presencia internacional por su contundencia.
Ignite, veteranos del melodic hardcore, regresan con fuerza y experiencia tras más de 35 años en pista, llevando mensajes sociales y festivales a su espalda.
Your Knife My Back, banda portuguesa, mezcla post-hardcore con melodía emocional y una puesta en escena cinematográfica.
Moonshine Wagon aporta stoner y groove sureño a golpe de slide guitar y groove relajado pero pegajoso.
Datcha Mandala, de Israel, ofrecen post-punk oscuro con voz atmosférica en femenino, creando paisajes densos y envolventes.
Slow Crush, desde Bélgica, trae shoegaze oscuro con olas de guitarra, voces etéreas y un sonido profundo.
Tabernis, power metal desde Suecia, destaca por melodías épicas, estribillos poderosos y ejecución técnica.
Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, con su rock psicodélico andaluz aportan un toque de color distinto; aquí son la válvula de distorsión creativa.
Resurrection Fest viernes: la distorsión tomará el control
El Resurrection Fest en su entrega del viernes reventará Viveiro con una jornada donde el metalcore de estadio, el thrash político, el progresivo emocional y la furia extrema compartirán el mismo suelo. Falling In Reverse impondrá su espectáculo total. Angelus Apatrida descargará su verdad a cuchilla limpia. Tesseract y Soen construirán espacios sonoros donde perderse, y Harakiri for the Sky pondrá al público frente a su propio abismo.
La noche será larga, cargada de texturas y contrastes. El 27 de junio quedará marcado como el día en que el Resurrection cruzó la mitad de su camino… a toda velocidad, y sin mirar atrás.
